Una de las consecuencias del inmenso movimiento que lucha por la libertad de Romina Tejerina es la propuesta de incorporar al Código Penal la figura del infanticidio. Esta figura legal existía antes de 1994, año en que fue derogada.
El infanticidio volverá a figurar en el Código Penal de Argentina si el Senado nacional confirma la norma aprobada en Diputados la semana pasada. Lo que se plantea con el infanticidio es que toda mujer bajo los efectos del estado puerperal, durante o con posterioridad al parto, mate a su hijo, tendrá una pena muy reducida. Ello en razón de que el estado puerperal afecta psíquica y físicamente a la mujer que lo padece, por lo que no puede desatenderse esta situación.
Romina lleva 7 años privada de su libertad y su violador está libre. Esta ley favorecería su libertad, ya que en derecho penal se aplica la ley más benigna en forma retroactiva. Esto también beneficiaría a todas las mujeres que han sido condenadas en las mismas circunstancias que Romina, es decir, que mataron a sus hijos bajo los efectos del estado puerperal.
La mujer que en el país es encarcelada por matar a una criatura recién nacida suele vivir en la pobreza, tiene un embarazo no deseado y la ley le prohíbe realizar un aborto o es víctima de una violación como ocurrió con Romina Tejerina, quien sobrelleva una condena de 14 años de cárcel. Estas mujeres habrían cometido infanticidio y deberían transitar penas de entre 9 meses y 3 años de prisión, según el proyecto sancionado por la Cámara de Diputados el 9 de septiembre, que ahora espera la confirmación de Senadores para convertirse en ley.
Desde el 2003 se vienen presentando diversos proyectos para incorporar al Código Penal, en el artículo 81, la figura del infanticidio. Durmieron en los cajones y vencieron los tiempos para ser presentados en las sesiones del Parlamento. Por lo que sabemos, son más de 13 proyectos que han dormido en las comisiones de las cámaras de Diputados y Senadores. Y así se fueron venciendo las fechas de presentación.
El 13 de junio de 2008 se reunió la Comisión de Legislación Penal, familia, mujer, niñez y adolescencia en el Congreso Nacional; con la participación del Dr. Zafaroni, (defensor de que el infanticidio esté incluido en el Código Penal), quien historió y fundamentó dicha figura, diciendo: "Puede afirmarse que prácticamente todos los códigos penales reconocen la posibilidad de atenuar la pena del infanticidio, por lo que la derogación en nuestro país es casi una curiosidad".
En América Latina, los que no mencionan esta figura en su código son la República Dominicana y Haití.
La mayoría de los episodios de infanticidio se registran en el interior del país.
En el debate parlamentario las disidencias se centraron en el número de años que debía abarcar la condena. Hubo fundamentaciones que recordaron la discusión que agitó al Congreso nacional durante la sanción de la ley de matrimonio igualitario. Patricia Bullrich, de la Coalición Cívica, habló de 'un auténtico permiso para matar', pese a que acuerda con el restablecimiento del infanticidio, y pidió 'una condena más severa, de hasta nueve años de prisión'. En cambio Juan Carlos Vega, del mismo bloque, sobre la condena de hasta 6 años, aseguró que 'se está fijando proporcionalmente al hecho, no significa ningún permiso para matar. Sólo estamos bajando la escala punitiva, con el sólido fundamento de que el estado puerperal no es una fantasía', agregó.
En las otras bancadas también hubo posicionamientos diferentes, pero la mayoría de las diputadas y diputados votaron en forma transversal el proyecto de Conti. En declaraciones a la prensa la legisladora oficialista explicó que 'aún en los mejores tiempos que está pasando la Argentina hay zonas insertas en la pobreza, el aislamiento cultural, la falta de comunicación o la falta de perspectiva de algunas mujeres, que muchas veces son violadas o que atraviesan situaciones sexuales interfamiliares, y en estado puerperal pierden noción de la criminalidad del acto y matan al fruto de su embarazo. Pero no lo hacen con la misma intención que aquella persona que quiere matar'.
Cabe destacar que el delito de infanticidio –figura intermedia entre homicidio agravado por el vínculo y una eventual inimputablidad de la mujer– existe en Bolivia, Uruguay , Venezuela, Perú, Brasil y Chile, que junto con Argentina forman parte de la región más desigual del mundo, según el Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2010, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo divulgado en julio de este año.
La desigualdad es la mayor traba para reducir la pobreza, según establece este documento en relación a las brechas territoriales, de género y de origen racial o étnico. Estas brechas y la pobreza que engendran tienen relación directa con la vivencia del estado puerperal por parte de las mujeres que no tienen acceso a una educación sexual ni a métodos anticonceptivos, y afrontan emberazos no deseados o producto de una violación.
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